“Una empresa con una historia llena de sueños, esfuerzos, arduo trabajo, dedicación, visión, nostalgia, pruebas y perseverancia.

Nació un 2 de mayo de 1988, cuando el país estaba tratando de reponerse de los grandes efectos del terremoto de 1986 y en medio del auge de la guerra civil.

Todo comenzó en una cochera, ubicada en la avenida Roosevelt, en San Miguel.

Desde sus inicios, quienes trabajaron desde el primer minuto, son los testigos del nacer de un negocio en el que se demostró temple, carácter y amor al trabajo. Sin dudar, es muy claro que la bendición de Dios y su gracia, nos ha acompañado; y, que también ha iluminado a la Gerencia General con sabias decisiones para lograr la evolución y crecimiento.

Las vivencias a lo largo de  los años van desde las ocasiones cuando en los inicios “sólo se vendió una libra de clavos en el día” hasta “lograr grandes ventas exitosas décadas después”.

Es un baluarte, recordar dónde nacimos, cómo crecimos y de dónde venimos; para tener la mejor actitud y distinguirnos por ser trabajadores y esforzados, pero con una visión humana. Por ello la perseverancia, la paciencia, la honestidad y el esfuerzo, han hecho de esta Ferretería un lugar en el que el trabajo es la inspiración de un mejor futuro.

Las pruebas no han pasado de largo, pero como buenos salvadoreños, hemos sabido que cada prueba es un reto ante el cual hay que sonreír y esforzarse más para superarlo. La tenacidad, el dinamismo, el trabajar como uno, respaldar y apoyar a nuestro liderazgo, han sumado a la visión para no menguar el anhelo de seguir hacia adelante. Y esa huella y espíritu se busca impregnar con cada paso de crecimiento.

Nuestra Gerencia General nos ha enseñado a dar las gracias al jefe que tenemos todos en esta empresa: el cliente. Por ellos hemos llegado hasta acá. El cariño, la confianza y la fidelidad de nuestros clientes son tesoros que valoramos y queremos cuidar siempre.

Tampoco es posible recorrer más de tres décadas sin los insumos correctos y el respaldo adecuado que garantice ofrecer a nuestros clientes el mejor precio con el mejor producto. Es por ello que también debemos agradecer a todos nuestros proveedores, con quienes hemos forjado un lazo de confianza; y mucho más con aquellos que nos han acompañado desde los inicios y dieron el voto de confianza a una persona luchadora y honesta; y que hoy en día se convirtió con su apoyo en un referente de trabajo. Gracias por confiar, gracias por apoyar, gracias por ser parte de este logro.

Debemos gratitud a nuestro recurso humano, clave importante y determinante. Pues demostramos ser una empresa salvadoreña, que apuesta a creer en el valor y capacidad de Oriente y de su gente… nuestra gente.

Por ello declaramos que: Somos de Oriente, nacimos en Oriente, creemos en Oriente y amamos a Oriente.

A lo largo de los años, hombres y mujeres con su esfuerzo y sacrificio han ayudado y apoyado al éxito del hoy. Junto a ellos buscamos brindar mejor atención y mejor calor humano; esperando lograr que para todos nuestros clientes al ingresar por nuestras puertas, puedan Vivir La Experiencia grata y satisfactoria que marque una huella para obtener su fidelidad.

          33 años después de haber iniciado en una cochera pequeña y sencilla, hoy somos una empresa enfocada al futuro, al cliente,  a innovar, a renovarse y esperar mejores tiempos”